Lo malo de lo bueno.
¿Para qué estás aquí?
Esa pregunta siempre me ha dado miedo. Miedo de vivir sin un pretexto.
" Estás aquí para equivocarte "
Y todavía ando dándole vueltas al asunto, no son las palabras lo que me cruza el alma, es su mirada perdida; me tiré de cabeza al fondo de su pupilas para ver si la veía, si la encontraba, pero no encontré nada. Empezó como un juego, el juego de hacerse el enfermo para que alguien juegue a hacer de enfermero, de cuidador, se está tan bien cuando alguien está pendiente de uno... pero se perdió, y ahora no halla la manera ni las fuerzas para volver a la vida.
Y la vida, la espera?
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