la memoria, nómada de ausencias, se hizo pedazos
cada uno se ha llevado algo y
es imposible volver a juntarlo
cada uno se ha llevado algo y
es imposible volver a juntarlo
El Punk, Machado y el Zen coinciden en una cosa:
no hay camino.
Ayer me acordé de Paola. Hacía tiempo que no me acordaba. Hace tanto tiempo. Tiempo.
Es una historia que no cuento nunca porque no es una historia. Es apenas el principio de una historia que acabó antes de empezar. Paola llevaba un sol tatuado en la espalda. Tenía un diente roto y el pelo muy corto.
El sol en el rostro me hizo recordar a Paola. Y me acordé de Lisboa y sus tejados, del garito donde la esperaban. Nunca volvió de aquel verano. Pensé que no, no somos reemplazables. Cada uno es una pieza distinta del puzzle. Y uno quisiera alejarse y entenderlo todo. Pero no es posible. No es necesario tampoco. ¿Qué mas da? A Paola no le importaban esas cosas. Tenía unas manos pequeñas capaces de derretir tu coraza en un segundo. Eso no cabe en ningún currículum. Pero a ella no le importaban esas cosas.
nota: asegúrate de que sabes hacerlo
" Estoy tumbado en la cama de una mansión en una gran ciudad. La cama tiene una almohada de plástico. Y yo pienso y siento lo frágil que es la vida. Toda la vida. Incluso la que nos parece lo más sólido del mundo de pronto se vuelve increíblemente frágil. Con toda esa gente disparando cosas, volando por ahí en aviones y saltando al vacío desde cualquier parte. Quiero enterarme de lo frágil que es el mundo. Me quiero enterar para tratar de hacer algo. "